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La constituyente: Un nuevo contrato social.

 

 

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Colombia, registra como nunca antes un verdadero caos socio político con la llegada de un gobierno populista en tanto progresista, que ya se aproxima el medio periodo del primer legado de la izquierda en la historia de este país, sin mayores logros frente a lo prometido en la campaña electoral por el cual fue elegido.



Resulta bastante copioso las posiciones tanto de la centro derecha, - y lo propongo de esta manera y no de otra, como quiera que hablar de ultra derecha sería incluir actores armados o no armados con capacidad de sabotaje y desestabilización por vías de hecho, como sí lo hiciera la denominada primera línea, en actos que propició y ayudó a la asunción al poder del Ejecutivo – como la centro y ultra izquierda, ambas corrientes enfrascadas en tratamientos tautológicos (del griego ταυτολογία), en medio de una revolución mediática.

 

Está corriente populista intenta deconstruir la posición que, desde el nacimiento de la República, han formulado el bipartidismo, y a partir de la Constitución de 1991 - de la cual fue participe el hoy mandatario de los colombianos - la inclusión de más corrientes de izquierda en democracia, de intentar en esta nueva realidad que aqueja grandes paradigmas de desigualdades sociales como bien lo diría, Muñiz (2016) hacer un nuevo contrato entre el Estado y la sociedad.

 

De ahí la importancia no sólo para Colombia, sino, además, para la izquierda latinoamericana y del mundo lo que pueda lograr finiquitar el llamado a una nueva “Asamblea Nacional Constituyente”, que, dicho sea de paso, no cambiaría la Constitución del 91, que por demás es amplia y extensa, sino que se encargaría se hacer ese nuevo contrato social.

 

Según, Hobbes (1882) la perdurabilidad de este contrato se supedita a la existencia de un amplio consenso social, que rigen la vida de las personas en términos justos y equitativos. Pero ello no es tampoco posible en su totalidad, dada las grandes diferencias que quedan en el manto de la impunidad, ni si quiera en los actores armados, peor aún, en la corrupción, oprobio de los dirigentes políticos, agentes del Estado, la misma justicia y la sociedad, entendida esta como el foco que ha pervertido esa mirada altruista de este primer contrato social.

 

El eslogan de “Paz Total”, como totalidad es inasequible, dado que para que exista paz debe haber guerra, para haber odio debe existir el amor, siempre habrá una dualidad. Según, Bruno (2011) Karl Marx señalaba que “Reunir todos los hechos no significa aún conocer la realidad, y todos los hechos (juntos) no constituyen aún la totalidad” (p.78)


Como sea, en medio de esta iniciativa de una nueva Asamblea Nacional Constituyente, para consolidar la Paz Total, encontramos un gobierno que ha debilitado ostensiblemente las Instituciones y se ha incrementado el caos en todas las facetas habidas y por haber de la sociedad en tanto gobierno, dónde la sociedad está a merced de los vándalos y la necesidades más apremiantes como la salud por solo mencionar un aspecto, a la espera que esos temas álgidos sean puntos de inicio para encontrar consensos sobre la Paz y la creación de una Nueva Asamblea Nacional Constituyente.

 

Ciudadanos de la polis ¿Será que lograremos una nueva Asamblea Nacional Constituyente y con ello alcanzaremos la Paz Total?

 




Referencia

 

Bruno, D. (2011). La dialéctica histórica de Karl Marx. CLACSO. Obtenido de https://biblioteca.clacso.edu.ar/Argentina/iigg-uba/20120628034903/1_7.pdf

Hobbes, Thomas (1982): Leviathan, Londres, Penguin Classics. [Ed. esp. (2018): Leviatán o la materia, forma y poder de un Estado eclesiástico y civil, Carlos Mellizo (trad.), Madrid, Alianza Editorial

Muñiz, Manuel (2016): «Populism and the Need for a New Social Contract», Social Europe, 11 de octubre. Disponible en https://www.socialeurope.eu/populism-and-the-need-for-a-new-social-contract. [Ed. esp. (2017): «El populismo y la necesidad de un nuevo contrato social», CTXT Revista Contexto, n.º 142. Disponible en https://ctxt.es/es/20171108/Firmas/16039/riqueza-capital-contrato-social-Manuel-Muñiz-CTXT.htm

https://www.fundacioncarolina.es/catalogo/puede-la-izquierda-latinoamericana-prefigurar-un-nuevo-contrato-social/

https://www.youtube.com/watch?v=SPJzh-Um6N4







2 comentarios:

  1. Excelente articulo para conocimiento de la situación actual del país y las sucias intenciones de personajes políticos en Colombia que quieren aplastar al país con artimañas y palabras infladas de paz

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  2. Mi estimado y muy admirado amigo filósofo gracias porque hacés reflexiones maravillosas que necesariamente nos ubica en el ahora y nos aterriza muy adecuadamente todo un contexto nacional para nada promisorio desde el punto de vista que se mire, nunca antes la izquierda se vio tan en su esplendor y en su realidad real donde aun cuando tienen parte del poder no han dieron para manejarlo y ya demostraron con amplios casis fallidos, corrupción en cantidad de eventos empezando por la campaña presidencial y otros muchos mas temas, y esto lo único que muestra en que ya NO lo harán. No es una constituyente lo que necesita Colombia, solo instituciones sólidas, funcionarios públicos que trabajen para el Estado y no para un Ejecutivo que da ordenes ilógicas y nada constitucionales a diestra y siniestra sin sentido y propósito. Pero además que piensa que esta aún en campaña y pretende gobernar desde las redes sociales. La constituyente no es una opción ni una necesidad, el único beneficiado es el actual presidente y sus aliados que se quiere incrustar en el poder, implantando la izquierda radical e intransigente y así manipular todo el Estado, donde al final los grandes perdedores seremos los colombianos, pretenden implantar un régimen refrito, fallido, obsoleto, gastado, deslegitimado y miserable que hundió en la mas profunda miseria a países maravillosos y productivos como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Chile, etc.

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