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FILOSOFÍA DEL ODIO

 

 El odio cómo elemento cultural


Tiempo estimado de lectura 6:00 minutos

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Discernir sobre el odio desde nuestro entender parte asumir el hecho que considera este fenómeno como un sentimiento. Desde la posición de algunos filósofos como, Descartes  (1649), en su tratado “Las Pasiones del Alma” advierte elementos considerados como primitivos entre ellos el “odio”, señalando que este se presenta como un “hecho malo y nocivo que mueve al ser humano el cual se divide en dos, una de las cuales se refieren a las cosas malas, la otra a las feas y está última podemos llamarla horror o aversión, caracterizada por ser violenta porque inundan el alma. Genera en el cuerpo una pulsación desigual y más débil y a veces más rápida. El odio es una emoción causada por los espíritus que incitan al alma a querer separarse de los objetos que se le presentan como nocivos”. Hay personas a quienes les agrada sentir odio.



En general ha sido el odio un tema que se ha abordado por diferentes filósofos a lo largo de la existencia humana. Nuestro pensar refiere abordar el odio desde la pandemia, azuzado este sentimiento de manera exponencial dado el confinamiento y el mismo control social que horroriza el hecho de llegar a contagiarse, estar contagiado o haberse contagiado. Es un fenómeno psíquico que va en aumento y que se precisa reconocerle para albergar la virtud de tratar de enfrentarlo, más aún en nosotros mismos.

Odio es igual al fracaso, el odio es una emoción intensa de repulsar a otro, hacia algún fenómeno, cosa que provoca antipatía, disgusto, enemistad, también es el deseo de evitar, o de destruir el objetivo del otro. El odio es una emoción de miedo a perder un objetivo justo o no, o por envidia, incitación a revelarse contra el ser supremo. El odio es un mal externo y personal que introduce en la mente dudas mediante el engaño.

De acuerdo a Salesiana (2020) existe un repunte de los discursos que fomentan el odio contra distintos colectivos y personas. “El miedo, la desinformación y los prejuicios se han convertido en los ingredientes perfectos para que muchas personas hayan sido objeto de agresiones verbales, agresiones físicas y discriminación. En esta situación cualquiera puede ser víctima de este virus que se propaga infectando todos los órganos de nuestra sociedad”.

Los chat, las redes sociales están matizadas por ese lenguaje invisible del odio y del desprecio, se caracteriza cada vez por el irrespeto de la otredad, pero sobre todo por el ego, por la veneración del “YO”, y por la descalificación de cualquiera que no opine parecido formando alrededor de quien lo emite un séquito de seguidores que ni siquiera saben desde la razón por que lo apoyan, simplemente es una condición amorfa que encuentra identidad en la causa que emancipa ese odio visceral. A esto se anida la desinformación que vuelan en las redes sociales.

Colombia, se aproxima inexorablemente a otro hecho histórico, sus elecciones y el odio prevalece en la mayoría de los discursos populistas que intentan en sus actos proselitistas avanzar hacia el poder, sin embargo, el discurso mediático está polarizado por dos contrariedades que alimentan el odio, más allá de quien pueda tener la razón en sus postulados bajo las constantes, guerra – paz, amigo – enemigo, alzados en armas o delincuencia vs fuerzas del Estado. En lo político e ideológico: izquierda – derecha, centro derecha y centro izquierda, quizás en estas últimas tendencia el odio sea paradójicamente más apacible y en medio de su lenguaje cauto develan cosas como por ejemplo la corrupción o el mal proceder de otro contradictor cosa que suele ser considerado como sensato, pero no por ello despojadas de generar odio en quien lo recibe. 

El fenómeno de los contrarios alimenta el odio, ateos vs creyentes, ricos vs pobres, empleo vs desempleo, hambre vs opulencia, corrupción vs poder, justicia vs injusticia, enamorados vs desilusionados, esposas vs esposos, hijos vs padres, entre multiplicidad de ejemplos y en casi todo el ser humano ata ese sentimiento como propio de sí. 

El odio es mal consejero y pronostica desgracias no tanto a quien se le aplique, pues es el odio guardadas proporciones en el ser humano, es aquel vaso desechable en el que se deposita tan sola unas cuantas gotas de ácido sulfúrico, para notarse como su cuerpo se comienza a destruir a diluir en la nada, eso es lo que finalmente hace el odio no tanto en el otro como en uno mismo.

Es cíclico, intolerante, disociativo, es una nueva cultura de la supervivencia donde prevalece el narcisismo colectivo apoyados por los medio de información inecuánimes. El odio es invisible, y vistas las consecuencias de quien lo genera, también afecta la paz y seguridad mental de quienes aun sin ser blancos directos, son de alguna manera contaminados.

El ser no puede odiar a quien no ha amado, ¿Por qué cómo se explica odiar algo que no se conoce? Así sea objeto o ser. Si es el amor a la libertad el odio se genera por quien la usurpa y así sucesivamente.

Solo los locos quizás puedan no sentir ese sentimiento despreciable, pero aun así en medio de su locura actúan con odio.

Estamos en un mundo de locos o de locas como interpretaría Juan Darienzo en su famoso y antiquísimo tango “Loca”.

Dar doble click

https://www.youtube.com/watch?v=3Z5qEKxfmm8&ab_channel=ACCI%C3%93NUNO





Referencias

Descartes, R. (1649). Tratado de las Pasiones del Alma. Obtenido de http://23118.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/informacion_adicional/obligatorias/034_historia_2/Archivos/Descartes_pasiones.pdf

DW. (16 de Febrero de 2021). La pandemia generó un aumento en el discurso de odio contra personas LGBTI. Obtenido de https://www.dw.com/es/la-pandemia-gener%C3%B3-un-aumento-en-el-discurso-de-odio-contra-personas-lgbti/a-56592772

Salesiana, B. G. (2020). La pandemia del odio. boscoglobal.org. Obtenido de https://boscoglobal.org/la-pandemia-del-odio/

https://www.youtube.com/watch?v=3Z5qEKxfmm8&ab_channel=ACCI%C3%93NUNO




  



2 comentarios:

  1. Muy oportuno Don Martin, en estos tiempos donde se apela al odio buscando la division de la sociedad colombiana

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  2. El odio insista a la desesperación humana y la involucra en los sentimientos de ansiedad que produce su ser, contrarios a sus propias bases, plenitud de miedos incoherentes que irrumpen su calma y llevando un vacío poco ortodoxo. Me ha gustado todo el contenido plasmado, déjeme felicitarlo Don Martin...

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