FILOSOFÍA DE LA GUERRA

COLOMBIA EN GUERRA, AMÉRICA EN GUERRA, EL MUNDO EN GUERRA. 

“La idea del eterno retorno es misterioso y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?” (Kundera, pág. 1)

Buena pregunta, pues desde antes de a.C., el mundo ha vivido en guerras unas tras otras, por diversos motivos y ellas han sido de forma brutales entre dos bandos o muchos bandos dependiendo de las alianzas estratégicas que se den, casi siempre por la disputa del poder, de la demencia del hombre por dominar al mimos hombre, por subyugar a la otredad, por ser unos más que otros, pero que en últimas es el mismo hombre quien ha sufrido las consecuencias de esa actitud que se es repetitiva en ciertos períodos de tiempos, y que no habrá de superarse nunca.

¿Por qué? Porque esa es la naturaleza del hombre en sí mismo. El ser vive en constante lucha en su propio interior bajo circunstancias que son objeto de estudio, como por ejemplo, los celos, las iras, las venganzas, la envidia, le incredulidad, las apariencias, las mentiras, los apegos, los duelos, las necesidades básicas insatisfechas, el ansia de poder, en fin, un sinnúmero de eventos que hacen que el mismo ser humano en tanto individualidad este en guerra consigo mismo, de allí surgen grandes enfermedades físicas y especialmente mentales, ya que su lucha es inagotable hasta su finitud.

 

Apreciados lectores ¿Cuáles creerían ustedes son las circunstancias para que exista no una guerra al interior del ser, sino de manera exógena, una guerra entre un país o entre países?

 

Pueden ser más de las que nos podremos imaginar, sin embargo, existen unas tendencias que casi siempre coinciden con las guerras internas como la que sucede en Colombia, pese a ser desmentida por los organismos estatales tras un acuerdo de paz que muchos analistas consideran fue engañoso con un grupo guerrillero y que no obstante ello aún se sigue en guerra intestina, y las confrontación abierta entre estados, o la confrontación no bélica pero si evidente entre potencias mundiales y sus aliados.

¿Cuáles serian entonces estas coincidencias para denotar la existencia de una guerra, así no sea declarada? Ustedes apreciados lectores pueden indagar la multiplicidad de factores, características y causas. Veamos algunas de ellas, definiendo su temporalidad.

 

Primera guerra mundial. (1914-1918)

 

·              Comprometimiento de muchos países.
·         Larga secuencia de la guerra.
·         Movilización mundial.
·         Utilización de propaganda (medios de comunicación)
·         Valoran la retaguardia estratégica.
·         Utilización de armamento que era imponente para la época.
·         Inicio carrera armamentista.
·         Prevalencia por la hegemonía económica.

En fin, una cantidad de mayores características, cuyas consecuencias fue afectar al ser humano con hambrunas, desplazamientos de territorios, más de 20 millones de muertes, la mayoría civiles y desolación para la humanidad.

 

Segunda guerra mundial (1939 – 1945)

 

·         Fue global.
·         Surgen las superpotencias EE. UU (Capitalista) – URSS (Comunista).
·         Se crea la ONU.
·         Nace guerra fría.
·         Sofisticado armamento, aviones, buques.
·         Bomba atómica.

     En fin, como en toda guerra la consecuencia fue afectar al ser humano. La solo bomba atómica mato a 55 millones de seres humanos, con las mismas características hambrunas y derivados conflictos por las ideologías que un persisten en países subdesarrollados a lo largo y ancho de América y del planeta tierra.

 

Desde mucho antes de la primera guerra mundial han existido otro tipo de “guerra” que paralela a las armamentistas y ojalá nunca sean nucleares, pues estas extinguirán la raza humana, han surgido. 

Estas son de naturaleza “bacteriológicas” cuyo escenario, aunque no son parecidas en cuento a sus características en términos de guerra, si se asemejan a una guerra por salvar la humanidad, en el entendido de pensar que estas fueron producto de la evolución de la naturaleza, dónde seguramente los animales y el hombre por alguna circunstancias se habrían visto comprometidos surgiendo entre muchas otras las siguientes:

 

El cáncer, la  viruela (1770 – 1796), rabia (1881-1884), rubeola (1962 -1969), tosferina (1906 – 1914), fiebre amarilla (1913 – 1939), gripa española (1918 – 1920), sarampión (1954 – 1963), gripe (1931 – 1945), encefalitis japonesa (1934 – 1954), polio (1935 – 1955), tuberculosis (1900 – 1921), paperas (1945 – 1967), en los años 80’ aparece el VIH,  HPV (1983 – 2006), hepatitis A (1967 – 1991), rotavirus (1980 – 2006), pandemia gripal H1N1 (2009 – 2010). (Vega, 2020) Sus consecuencias miles de millones de seres humanos muertos y economía desbastadas infringiendo al ser humano penurias. 

“Toda guerra se basa en el engaño. Un general {un sargento mayor}[1]que es hábil debe ser maestro en las artes complementarias de la simulación y del disimulo, mientras crea formas que causan confusión y engaño al enemigo…el comandante que sabe ataca solamente cuando la situación le garantiza la victoria” (Griffith, 1999, págs. 74-75)

Esto para ambientar lo que sucede en la actualidad, no como un guerra bélica, sino contra un fantasma invisible que ataca y deja huellas. Mucho se ha especulado respecto la pandemia que nos aqueja, algunos dicen que fue creado fríamente calculado por el hombre, otros que fue un accidente fugado de una laboratorio, en todo caso miremos someramente las consecuencias que esta pandemia nos deja, y detengamos nuestro pensar para reflexionar si quizás no estamos en una guerra mundial.

Mayor desigualdad social.

Impacto negativo y positivo en la educación.

Los seres humanos se hacen más vulnerables y frágiles.

Hay mutaciones de la cepa originaria lo que presupone que la pandemia más allá de sus vacunaciones estará por largo tiempo en nuestras vidas.

Pérdidas incalculables en términos económicos que pueden superar la depresión mundial después de la segunda guerra mundial.

Pérdida de empleos.

Incremento no estimado a futuro de las muertes humanas.

La cosificación del ser humano en tanto las autoridades por prevenir la expansión de la pandemia acorrala como si fueran rebaños a los seres humanos, confinándolos y controlándolos, perdiendo al son de la pandemia lo más preciado la libertad.

Secuelas de naturaleza física y mental. Estrés postraumático

Agotamiento de las líneas de confrontación directa, nuestros discípulos de Hipócrates y todo el engranaje logístico por contener al enemigo mutante.

Falta de pertrechos (medicamentos, personal médico cualificado)

Monopolio de los medios de comunicación para controlar la población, generando incremento de medios alternativos de expresión.

Problemas de migración a causa del calentamiento global y de la misma mutación pandémica.

Cambios de la forma de laborar.

Surgirá un nuevo orden mundial de la mano de las tecnologías.

El distanciamiento y pavor entre la misma sociedad y familias por el terror de ser infectados.

Surgirá hambruna y en consecuencia aumentará la violencia.

Podrán presentarse cambios geopolíticos y alianzas impensables, otrora, al son de la búsqueda de la solución al problema de la pandemia.

Se cuartará la capacidad de expresión del ser humano en tanto monopolio del pensamiento hacia un mismo fin. Desinformación. 

No son premoniciones, son más bien cuestionamientos que nos hace pensar que no es solamente una mera pandemia mundial, pues en medio de ella han ocurrido acontecimientos que permiten acercar al escenario de una guerra mundial.

Pero no todo es malo con seguridad después de esta “guerra mundial” así no sea declarada por ningún Estado, solo por la empírea de quienes hemos padecido las consecuencias de la pandemia, estamos de acuerdo incluso con los galenos que lo que estamos presenciando es mucho más que una mera pandemia, surgirán cosas nuevas que harán necesario un cambio, un repensar y un desaprender de lo que fue el fin del siglo XX y el principio y cambio obligatorio de nuestros comportamientos como seres humanos en este siglo XXI.

No se pueden perder las esperanzas, ni ser catastrófico, ni generar pánico, ni ser escandaloso, se debe asumir que no todos los que van a la guerra se pueden morir. Quienes quedemos o queden, más allá de las ideologías o de las ideas con todo seguridad propenderán por lograr lo mejor para la humanidad.

 

Refresquemos este filosofar con una canción que aboga por la paz mundial, dar doble click al siguiente enlace. 

Referencia

Griffith, S. (1999). El Arte de la Guerra Sun Tzu. Santafé de Bogotá: Panamericana.

Kundera, M. (s.f.). La insoportable levedad del ser. R.B.A.

Vega, G. (2020). Historia, cultura y pandemias. Quito, Ecuador: Repositorio Digital UIDE. Recuperado el 10 de enero de 2021, de https://repositorio.uide.edu.ec/handle/37000/4251

https://citas.in/frases/71937-carl-von-clausewitz-en-la-filosofia-de-la-guerra-no-se-puede-introduci/

 

https://www.youtube.com/watch?v=aRhJhZC654A&ab_channel=A0019112

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[1] Nota del autor.

https://citas.in/frases/71937-carl-von-clausewitz-en-la-filosofia-de-la-guerra-no-se-puede-introduci/