FILOSOFÍA DE LA REBELIÓN
LA REBELIÓN DE LAS RATAS
No pretendo plagiar tan sugestivo
título del novelista colombiano Fernando Soto Aparicio (1933 Santa Rosa de
Viterbo – 2016 Bogotá)
En la cuarentena debido a la
propagación del CODIV-19, no se ha buscado más que ganar tiempo, eso lo han
dicho los expertos en la materia, tiempo para entrenar los médicos, hacer ensayos
clínicos, para elaborar una vacuna, tiempos para los aspectos técnicos y todo un andamiaje logístico para
tratar de evitar una mayor tragedia que la actual.
https://m.notimerica.com/cultura/noticia-10-frases-te-permitiran-entender-mejor-nadaismo-gonzalo-arango-20160925110009.html
Las medidas extremas como los
aislamientos colectivos son insostenibles por variados motivos que usted apreciado
lector conoce. Se tiene que dar a la apertura para el normal desarrollo de la
sociedad y con ello una mirada propositiva para superar las consecuencias
negativas en términos económicos para toda Colombia y para todo el mundo, todos
necesitamos trabajar, llevar el pan para nuestras familias, para nuestros
hijos, para nosotros mismos.
El coronavirus no se ha ido,
al contrario, permanece entre nosotros, de ahí que los gobiernos tanto nacional
como locales, cambian el aislamiento social por el individual ¿Estaremos como
ciudadanos tomando distanciamientos sociales? Estamos utilizando ello ¿Seremos consciente
que si no lo hacemos estaremos arriesgando además de nuestras vidas la de los
otros colombianos y ciudadanos del mundo?
¿Qué hacemos para desaprender
sobre ese individualismo rampante y comprender que nuestras acciones son un
deber como ciudadanos comunitarios y en sociedad? Como van las cosas, los
médicos y autoridades gubernamentales están presenciando impávidos como de un
solo borrón se están destruyendo todos estos esfuerzos mancomunados por
contener el Coronavirus.
Algo muy curioso se está
presentando en la conducta social y que lleva un sello cultural, es un lenguaje
simbólico que está impregnado en todas la nuevas generaciones recientes del
mundo, de aquellos que nacieron finalizando el siglo XX y quienes ocupan el
espacio del siglo XXI, me refiero a los jóvenes.
"…no somos un producto inglés,
ni francés: somos el producto típico de un cambio de “ritmo” histórico y
violento que desquició las estructuras de la sociedad y los valores espirituales
del hombre colombiano, converse usted - sino teme perder media hora de su
preciosa inmortalidad – con jóvenes nadaístas de mi generación que oscilan
entre los veinte y los treinta años, como Pablus Gallinazo, J. Mario, o William
Agudelo, y ellos le dirán los horrores de lo que vivieron y padecieron en sus
aldeas de Santander, Antioquia y Valle del Cauca, le contarán, señor, cómo eran
de siniestros los tiroteos de la Chusma, y como sonaba de insensible y terrorífica
la sirena del verdugo. Usted no se imagina cómo, porque en sus tiempos prenatales
todo era muy idílico y no habría peligro de que el futuro ciudadano fuera
arrojado del nido con los traumas que hoy arrastra mi generación".
https://co.pinterest.com/Mincho182/gonzalo-arango/
La transculturización es algo más que evidente en un mundo donde las expresiones de angustias, de inconformismo, de irreverencia están a la vuelta de la esquina. Porque los de antaño, ellos, conservan un modo diferente de ser, pero complaciente con sus hijos que ven nacer y crecer con un simbolismo anárquico, propio de la evolución del mundo. Por eso se ha de entender que su actuar ha de ser rebelde contra todo aquello que esté organizado, es guardadas proporciones, comparable con épocas anteriores en la que existían el surgimiento del movimiento hippy, (contra cultural) de la legalización de la marihuana, movimiento por la paz mundial, movimientos chéveres.
Ahora esa transculturización,
emulada de otros países como el movimiento de la "Primavera Árabe",
movimientos mundiales de protesta, movimientos antirracistas, ecologistas,
animalistas, de género son una constante, ya no en las mismas proporciones sino
más álgidas, más virulentas como la propia pandemia, con razón o sinrazón, con
conocimiento o sin él, esas son más que motivaciones para evidenciar una
sociedad rebelde en su agonía.
Lo que sucede en Colombia,
apartado de toda ideología, es más que una consideración del porqué se
presentan estos movimientos espontáneos, no como lo pregona el movimiento Gramsciano,
sino más bien como lo alimenta el movimiento nadaísta colombiano con su
Gonzalo Arango.
Nos aprestamos a vivir en un
mundo donde la nuevas generaciones, salvo algunas excepciones se interesan más
por la nada que por el contenido.
¿En este sentido, ellos habrán
podido imaginar lo sentido, en tanto lo vivido, que ellos nunca han conocido?
Vaya pregunta, porque puede que, con su corto vivir, quizás no puedan percibir
que lo verdaderamente esencial como puede ser la supervivencia de la humanidad,
no sea su prioridad, ellos quieren actuar, ser figuras y nada más, demostrarse
tal cual, sin ser oprimidos y nada más, ser solitarios, solidarios con el
actuar de otros movimientos, así no más, entendiéndolo como una justa más, en
este encierro de la humanidad.
Los movimientos sociales no
son propios de los jóvenes, también de los adultos que en cuyo caso uno podría
justificar la razón de ser y nada más. Pero del joven adolescente, maduro por
demás, sin mayor criterio procede al actuar, con todas las energías que ostenta
su edad, sin medir consecuencias y nada más, no importa sino sus razones y ya,
se está extinguiendo una era más, con sus costumbres y todo aquello que
vivieron las generaciones de atrás. Es
extraño como lo único que no desaparece son los alucinógenos y aquellas drogas
que han de volar los cerebros auténticos de nuestras nueva heredad.
Las marchas incendiarias,
violentas, cíclicas, virulentas que presenta la Colombia actual, requieren de
una mirada comprensiva de la sociedad, pues son nuestros jóvenes quienes más
tarde mañana nos han de suplantar en aquellos cargos y posiciones que vive el
mundo actual. verdaderamente hay que repensar,
cuál será el futuro de la humanidad.
Pues en medio de sus actos voluntarios
o involuntarios se ha de destacar que volvimos a tener un nuevo filosofar, un
filosofar que parte de la nada, para llegar a la nada, y como no existe nada,
pues no hagamos nada.
Tanto esfuerzo, para nada, que
hacer para no tener como dice Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud
La canción de Piero “Que se
vayan ellos”, es una forma que denota las transculturización mundial y cerca a
nuestros ojos. Click.
https://www.youtube.com/watch?v=ErgtPCXT7P4&ab_channel=PieroDeBenedictis
“La calle espera, la gente
sale, es que hay un juramento y hay silencio, y hay un hombre amor que resucita,
somos territorio de violencia, mi pueblo ama, mi pueblo grita, basta de
muertes, basta, basta de morir morir, que se vayan ellos, los que no dejaron,
nacer y vivir, que se vayan ellos los que no dejaron gritar libertad”
Referencias
(s.f.). En J. C. Galenao, El Nadaismo y la
"Violencia" en Colombia. Utica College of Syracuse University.
Dra. Martha Lucia Ospina, D. I.
(2020). La Estrategia Colombiana frente a la Pandemia Covid19. Bogotá,
Colombia.
Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional. (s.f.). Bibliografia.
Obtenido de http://biografia.co/fernando-soto-aparicio/
Importantes reflexiones, pero además el llamado a reflexionar, organizar esta nación de forma autonoma y sin tomar referencias extranjeras que han transculturizado a esta patria bella y totalmente productiva, llena de gente buena y con muchos sueños de recuperar la tranquilidad y la alegría con el favor de Dios y la virgen santísima!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Hay que aceptar que la transculturización es propia de un mundo globalizado y emergente.
EliminarMe gusto muchísimo
ResponderEliminarExcelente
Muy bien
ResponderEliminarExcelente
Me gusto
ResponderEliminarMucho
Muy buen aporte, Don martin, habria que tener en cuenta si esta transculturizacion esta dentro de las variables cuyo objetivo es llevar el mundo al caos y la destruccion para luego con lo que quede iniciar uno nuevo controlado por quienes ostententan el poder oculto, o como algunos lo llaman "el estado profundo". Feliz tarde.
ResponderEliminarDecolonizar el pensamiento no implica negar que también estamos "hechos de occidente", pero sí significa repensarnos con lo mejor del mundo y con nuestras más profundas raíces latinoamericanas. Implica también pensar en derrotar a aquellos que nos quitaron y aún nos quitan la libertad, la dignidad y el pensamiento de que somos todos e importamos todos.
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